lunes, 6 de abril de 2009

Interés preferencial para la clase media

El Ejecutivo dará a conocer el martes el contenido de las reformas fiscales que debatirá el Gobierno

WILFREDO JORDAN S.
wjordan@prensa.com

KRT/Kathy Hagedorn

El mayor porcentaje de viviendas entre 25 mil y 60 mil dólares se comenzó a construir en el 2003, a raíz de la modificación de la Ley sobre interés preferencial.

El matrimonio de María y Edwin tiene un ingreso promedio de mil 800 dólares. El año pasado el banco les aprobó un préstamo hipotecario para adquirir una casa de 60 mil dólares bajo los incentivos de intereses preferenciales.

A una tasa de interés de 3.2% –4% por debajo de la tasa de referencia bancaria – Marta y Edwin pagan una hipoteca de 259 dólares en vez de los 407 dólares que pagarían por una hipoteca sin el incentivo.

La pareja pudo adquirir su propia residencia gracias a los beneficios de la Ley 65 del 29 de octubre de 2003, vigente hasta el 2008, que establece intereses preferenciales para viviendas entre ciertas categorías.

La legislación, que ha sido modificada en cinco ocasiones, ha impulsado la frenética construcción de residencias, en su mayoría absorbidas por la clase media del país. Solamente en el 2003, los permisos de construcción ascendieron a más de 575 millones de dólares producto de la modificación a la Ley 65, el doble de las inversiones del año anterior.

La última modificación a la ley ocurrió en el 2003 cuando el gobierno de la ex presidenta Mireya Moscoso fijó hasta 62 mil 500 dólares el costo de las viviendas que se podían beneficiar con la medida.


Ejemplo regional

Panamá es uno de los países de Centroamérica y de la región con mayor cantidad de personas que tienen casa propia. Esto ha servido para que varios países de América Latina tomen como modelo el sistema panameño, incluyendo la Ley de interés preferencial. Lo lógico, argumenta Carrillo, es que la Ley de interés preferencial se mantenga hasta que los niveles del déficit habitacional disminuyan para bajar progresivamente el subsidio a cero.

Si la modificación se aprueba, sencillamente los inversionistas dejarán de invertir en proyectos, afectando al sector de bienes raíces.

El presidente Martín Torrijos ha señalado que su gobierno no está de acuerdo con los subsidios porque "es como cambiar dinero de un bolsillo al otro". El interés preferencial se convierte en un subsidio, ya que el diferencial entre la tasa de referencia bancaria y la que paga el deudor tiene que ser reconocido a las entidades financieras como un crédito fiscal en el pago del impuesto sobre la renta.

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