viernes, 19 de marzo de 2010

Vamos lento Señores....!

La reconstrucción tras Ida va despacio
» Tras cuatro meses falta el 80% de las casas previstas. Muchos de los proyectos de construcción se encuentran aún en fase de planificación
la construcción del puente provisional de san antonio beneficia a los 36 mil habitantes del Puerto. FOTO EDH / CARLOS TORRES
EL DIARIO DE HOY
JUEVES, 18 DE MARZO DE 2010
Desde el gobierno se está gestionando la reconstrucción a través de los diferentes ministerios y fondos, pero aún queda mucho por hacer.

Falta cerca del 80% de las viviendas temporales por entregar. El Programa de Reconstrucción incluye 700 viviendas temporales. De ellas, hasta hoy, se han construido 152 por el Viceministerio de Vivienda.

Desde Naciones Unidas, que trabaja colaborando con los ministerios a través del PNUD, indican que esta semana se hicieron entrega de 93 casas temporales y que se continúa con el reparto de los kits de "vuelta a casa".

Una de las localidades más afectadas por la tormenta fue Verapaz, San Vicente. Su alcalde, José Antonio Hernández, afirma que están en el fin de la construcción de casa provisionales. El 70% de ellas ya está realizado, pero aún quedan familias que esperan su hogar hasta que se construyan las 163 que están previstas para la zona.

Se estima que tras esta etapa inicial se construyan 300 viviendas definitivas que se pretenden entregar dentro de ocho meses. Sin embargo, por el momento, sólo se está haciendo el diseño del proyecto.

Los ingenieros están realizando los análisis oportunos antes del invierno porque sería complicado trabajar en condiciones de tormenta. "Tenemos aún 45 días para hacerlo", indica el alcalde confiado.

Lo mismo sucede con las viviendas que está levantando Cruz Roja Salvadoreña con apoyo del Viceministerio de Vivienda. Los trámites que tiene que realizar retrasan su labor.

En cuanto al estado de la reconstrucción de los puentes, que se gestiona a través del Ministerio de Obras Públicas (MOP), el director ejecutivo de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco), Ismael Nolasco, dice que se está trabajando en la sustitución de puentes.

El MOP ha publicado un Informe Preliminar de Evaluación de Puentes para realizar una inspección de los daños causados pero sólo hay dos puentes temporales en funcionamiento.

Hay 43 puentes dañados por la tormenta y que están incluidos en un paquete de estructuras temporales y definitivas.

Desde Casalco, reconocen que los procedimientos se están haciendo un poco más lentos de los usual, pero dicen que en el pasado, las carreras han hecho que los proyectos salgan mal.

La idea es que se vaya realizando todo el trabajo etapa por etapa y que las prisas no provoquen construcciones deficientes, señalan desde Casalco.

Todavía no han sacado las licitaciones porque van a hacer estudios. Desde la Cámara pidieron al MOP que hubiese una etapa de diseño y que la reconstrucción se hiciese de una manera ordenada con el fin de que no haya problemas de planificación como sucedió en otras ocasiones.

"Primero se va a llevar a cabo la construcción de puentes provisionales mientras que, paralelamente, se llevan a cabo los estudios para el diseño de puentes permanentes".

Desde MOP también se está desarrollando un informe de evaluación de carreteras que se encuentra en proceso.

El Ministerio de Educación (Mined), por su parte, deberá sufragar $11 millones 547 mil 182 para habilitar 124 escuelas perjudicadas.

Muchos de las obras se ralentizan por trabas administrativas.

El Gobierno es el encargado de abrir procesos de licitación pública que tiene que cumplir con la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP), pero el proceso es lento.

Por el momento constan muy pocos concursos abiertos, entre ellos está la licitación para adquirir equipo para el Centro de Audición y Lenguaje dañado por la tormenta que se obtuvo por 154,496 dólares.

El desastre afectó en proporción distinta las actividades y sectores del país.

Sobresale, según la Cepal, la destrucción de caminos y puentes, con la reducción en la conectividad, y su impacto en las actividades productivas y sociales, que representa.

También hace falta una gran obra de recuperación en el sector agropecuario que sufrió la destrucción de infraestructura de riego y la pérdida de muchos cultivos.

Cada 10 a 30 años, según los expertos, se produce en el país algún evento de este tipo.

Por ello se requiere adoptar una estrategia de reducción del riesgo ante la recurrencia de este tipo de fenómenos. Sin embargo, estos proyectos suelen ser los más complicados.

En el caso de los puentes, en Casalco, explican que no hay evaluación sobre el estado de los puentes. Una revisión constante y su mantenimiento podrían evitar el derrumbe en caso de un desastre como Ida.

Dice Nolasco que se está estudiando un monitoreo y hay necesidad de evaluaciones previas del estado, pero que el problema se centra en quién va a pagar el mecanismo de supervisión.

martes, 9 de marzo de 2010

La Corrupcion y Saca en El Salvador -The Wall Street Journal

La ayuda internacional y la corrupción en El Salvador

Por: Mary Anastasia O'Grady-The Wall Street Journal, el lunes, 08 de marzo de 2010

El influyente The Wall Street Journal destapó hoy un virtual hecho de corrupción con fondos procedentes del BM durante la gestión de Antonio Saca. Además, critica a Funes por no dar señales de querer investigar los hechos. Hoy Funes se reúne con Obama.


Barack Obama y Mauricio Funes se reunirán hoy en Washington. Funes quiere más ayuda, pero su país tiene que demostrar que la recibida no termina en hechos de corrupción.

En medio de la crisis financiera que sacudió los mercados internacionales de capital el año pasado, el Banco Mundial anunció con orgullo un nuevo "paquete de asistencia" de US$250 millones para El Salvadro. Unos meses después se desató un escándalo sobre por qué nunca se pudo rastrear el destino de una cantidad de dinero similar en los libros del gobierno.

Por si no entendió la conexión, déjeme expresarlo de otra forma: mientras los países desarrollados le han estado otorgando ayuda a El Salvador para tratar de ayudar al país, se sospecha que los políticos salvadoreños podrían haber tomado fondos de la caja nacional para ayudarse a sí mismos.

¿Cuál es el problema? Esa pregunta podría hacerse sobre la ayuda extranjera de forma más amplia. Pero es especialmente relevante para este país, que ha estado progresando a través de una liberalización económica iluminada durante 20 años, pero que ahora corre el riesgo de ser descarrilada por la corrupción.

Los supuestos actos de corrupción ocurrieron durante el mandato del ex presidente derechista Tony Saca, quien dejó el cargo tras un mandato de cinco años en junio pasado y desde entonces fue expulsado de su partido Arena.

El programa del Banco Mundial al que nos referimos fue implementado en julio, bajo el nuevo gobierno del presidente Mauricio Funes, del partido FMLN. Pero hay una conexión: hasta ahora, el gobierno de Funes no ha demostrado interés alguno por investigar lo que ocurrió con todo ese dinero. En cambio, el partido gobernante parece estar usando la amenaza de una investigación para lograr que Saca los ayude a ganar votos en el Congreso. No puede existir algo más cínico que eso.

Todo esto podría parecer la clase de estrategia para entendidos de un pequeño país de América Central sobre la que es difícil entusiasmarse. Pero las lecciones son importantes.

Este país eligió al izquierdista pero moderado Funes y su vicepresidente de línea más dura —y ex guerrillero marxista no arrepentido— por un estrecho margen. No eligió un Congreso controlado por el FMLN. Pero en octubre, 12 legisladores reconocidamente cercanos a Saca se pasaron de bando y comenzaron a votar junto al FMLN.

Si esto le permite a la clase política aquí a comenzar repentinamente a arrastrar al país hacia atrás, en el camino del colectivismo y el autoritarismo, será debido a la corrupción, y alimentará la pobreza, la falta de desarrollo e instituciones disfuncionales. Eso no es bueno para los intereses de seguridad de Estados Unidos o para el mundo desarrollado en general, y es el motivo por el cual es imprudente extender ayuda extranjera a un sistema político sospechoso.

Cuando Saca asumió en 2004, parecía que El Salvador podría convertirse en el primer país en América Latina en salir de la pobreza bajo un gobierno elegido de forma democrática. Sus reformas abrieron mercados y aumentaron la competencia.

El resultado, según el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, fue que la cantidad de hogares viviendo en la pobreza se ubicó en cerca de 35%, un marcado descenso frente al 60% de 1991 cuando terminó la guerra civil. La tasa de pobreza incluso descendió un poco más a 30% para 2005.

Desde ese momento la pobreza ha estado aumentando, y Saca tiene gran parte de la responsabilidad. El ex mandatario dañó el desarrollo de muchas formas, incluido el bloqueo de una nueva operación minera de oro y permitir que languideciera un importante proyecto portuario. Peor, la transparencia disminuyó.

Le pregunté, en una entrevista aquí hace tres semanas, que respondiera sobre las acusaciones que señalan que derrochó unos US$250 millones de fondos del gobierno durante su mandato. Negó el derroche pero admitió que unos US$200 millones fueron desviados del presupuesto del Congreso a un grupo de fundos discrecionales bajo su control durante su presidencia. Dijo que no puede recordar con exactitud cómo fueron asignados, pero que los recursos fueron usados para "carreteras, hospitales y emergencias".

Es verdad que los presidentes salvadoreños tienen desde hace mucho tiempo el poder de usar excedentes del presupuesto para gastos discrecionales. Pero bajo el mandato de Saca la magnitud cambió. Otros ex presidentes no tocaron más de US$2 millones a US$3 millones durante sus mandatos. Saca multiplicó esa cantidad por cien.

Ese fondo irregular le dio un enorme poder y sus críticos afirman que no le tembló el pulso a la hora de usarlo. Personas dentro de Arena afirman que usó el dinero para obtener el control del partido. Eso no pasa de una acusación, pero es irrefutable que durante su presidencia se convirtió en el jefe de Arena.

"La gente solía unirse a Arena porque creían en sus valores", me dijo un salvadoreño enfadado. "Pero con Saca, todos recibieron pagos". El ex mandatario fue el primer presidente de El Salvador de Arena que también mantuvo la presidencia del partido.

Todo esto podría ser esclarecido si El Salvador tuviera un cuerpo independiente para analizar el gasto discrecional. Pero la "corte de cuentas" no es independiente. Es controlada por un pequeño partido político —el Partido de Conciliación Nacional— cuyo poder fue concedido por la legislatura a cambio de su voto. El público debe confiar en la evaluación de esa corte de cuentas de que Saca no ha hecho nada malo.

Si el Banco Mundial realmente quiere ayudar a El Salvador, quizás debería ofrecer auditar los libros de Saca. Sería un paso gigante hacia el desarrollo.

* Columnista de The Wall Strett Journal. E-mail: O'Grady@wsj.com